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El aumento de las tarifas del Parque Nacional Galápagos es un paso en la dirección correcta
El sábado 24 de febrero, los concejales del gobierno de las Islas Galápagos aprobaron por un margen de cinco a cuatro el aumento de la tarifa de entrada al Parque Nacional de $100 a $200 para visitantes internacionales y de $6 a $30 para los nacidos en Ecuador. Está previsto que las nuevas tarifas entren en vigencia en los próximos seis meses.
Durante muchos años, la Asociación Internacional de Tour Operadores para Galápagos (IGTOA) a recomendado el aumento en las tarifas de entrada al Parque Nacional Galápagos como una forma de recaudar fondos muy necesarios para operar y administrar el parque y ayudar a controlar el crecimiento en números generales del turismo en este frágil patrimonio de la humanidad. Las tarifas para ingresar al parque no han cambiado desde la década de los ochentas (1980) y son mucho más bajas que las que cobran parques nacionales comparables en el resto del mundo. El Parque Nacional Serengeti, por ejemplo, cobra a los visitantes internacionales un mínimo de $143.50 dólares por persona al día en el parque más los impuestos. Para visitar el Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda y rastrear gorilas, los visitantes pagan $1,500 dólares por día. Galápagos cobra una cantidad fija de $100 dólares, independientemente de la duración de la visita. Muchos visitantes pasan de 4 a 8 días en el parque, pero solo pagan $100 por este privilegio.
El Parque Nacional Galápagos es ampliamente considerado como uno de los principales destinos de naturaleza y vida silvestre del mundo, pero no ha ajustado su tarifa de entrada para mantener el ritmo de la inflación por más de 30 años. Estamos esperanzados que los fondos adicionales recaudados sean utilizados para mejorar el manejo del parque e intensificar los muy necesarios esfuerzos de conservación como lo exige la Ley Especial para Galápagos de 1998. Gestionar protocolos de bioseguridad que sean eficaces, mantener los complejos sistemas de senderos, patrullar la vasta Reserva Marina de Galápagos contra la pesca internacional ilegal y combatir especies invasoras que son potencialmente catastróficas para las islas. Estas son tareas muy costosas que deben financiarse adecuadamente para que el Parque Nacional Galápagos, continúe prosperando tal como lo conocemos.
La posibilidad de visitar las Islas Galápagos es un privilegio increíble. Como el archipiélago oceánico ecológicamente más intacto del mundo, Galápagos ofrece a los visitantes una oportunidad verdaderamente única de experimentar el mundo natural tal como alguna vez era y de encontrarse cara a cara con criaturas que no existen en ningún otro lugar en el planeta Tierra. La tarifa de entrada del parque debe reflejar el valor de esta experiencia única. Mantener esta tarifa baja artificialmente y a una fracción de lo que cobran otros destinos naturales aclamados internacionalmente por todo el mundo, envía un mensaje equivocado a los visitantes y devalúa su experiencia.
Otro potencial beneficio del nuevo aumento es que ayudará a frenar el crecimiento explosivo e insostenible del turismo que sigue representando una amenaza real para las islas. En 2007, la UNESCO tomó la extraordinaria medida de colocar a Galápagos en su Lista del Patrimonio Mundial en Peligro, citando el descontrolado crecimiento del turismo y la falta de un plan para abordarlo como uno de los factores de su decisión. Aunque en 2010, fue eliminado de la lista, el crecimiento del turismo no ha disminuido. En 2023, las islas recibieron casi 330.000 visitantes, comparado a 161.000 en 2007. El 100% de este aumento se debe a la creciente popularidad del turismo terrestre en las islas. A diferencia del turismo marítimo, que ha sido cuidadosamente regulado desde 1998, con límites estrictos sobre el tamaño y el número de embarcaciones de pasajeros permitidos para operar, el turismo terrestre prácticamente no ha sido regulado. La proliferación de nuevos hoteles, hostales y otros tipos de alquileres por noche, muchos de los cuales no tienen licencia ni están regulados, han aumentado drásticamente la capacidad general de visitantes de las islas y ha llevado a un aumento del turismo desorganizado y de bajo costo que a menudo poco contribuye a la economía local, al mismo tiempo que ejerce presión sobre los recursos locales y aumenta los envíos de bienes desde el continente, un vector principal para la introducción de nuevas especies invasoras.
En IGTOA entendemos que los modelos turísticos terrestres como los basados en barcos tienen un papel que desempeñar en Galápagos. Muchos miembros de IGTOA ofrecen tours terrestres sostenibles y reconocemos que el turismo terrestre es una parte importante de la economía turística de Galápagos. Pero la falta de regulación eficaz o de límites al turismo terrestre y la proliferación de un turismo no regulado y de bajo presupuesto han sido los principales impulsores del crecimiento insostenible del turismo. El futuro del turismo terrestre en Galápagos debe ser limitado y regulado, tal como lo es para el turismo marítimo.
Creemos firmemente que el aumento de las tarifas del parque es un paso en la dirección correcta y una prometedora señal de que el nuevo gobierno de Ecuador está dispuesto a abordar este difícil y políticamente delicado tema, de frente.